1. El Imbécil, ES, no se hace. Tampoco nace.
El imbécil ES un ser diferenciado, un estado matérico diferente y que no obedece a parámetros temporales y/o físicos.
El imbécil, finalmente, no es, ES Imbécil.
2. No debe confundirse al Imbécil con un Gilipollas. El Gilipollas es sacrificable, básico pero inofensivo e incluso gracioso, el Imbécil no. De hecho, el Imbécil copa gran parte de los estamentos sociales con capacidad decisoria así como distintas categorías profesionales de alto impacto y peores consecuencias.
Los políticos tienen una enorme tendencia a la Imbecilidad.
3. El Imbécil no se crea ni se destruye, se hace más Imbécil.
4. El Imbécil es básicamente gregario. Si bien intentan rodearse de una parroquia devota, tienden al asilamiento inherente a los Pedantes Profesionales. Con ello dosifican su divina influencia entre sus devotos groupies, considerados, básicamente, imbéciles por el Imbécil.
5. El final del párrafo anterior nos remite al sistema ideológico-filosófico del Imbécil: el Funcionalismo Inverso (también denominado Funcionalismo Imbécil), resumido básicamente en la idea de que todos son imbéciles menos él.
Tomando el Funcionalismo como aquella corriente de pensamiento donde la mente es considerada parte funcional y esencialmente útil del organismo humano, el Imbécil redefine la misma considerando SU mente como la ÚNICA parte funcional de TODOS los organismos humanos.
A pesar de lo agotador de la tarea, el abnegado Imbécil la desempeña con rendida y maratoniana devoción de lunes a domingos, festivos incluidos, y sin remuneración alguna.
6. Ser Imbécil triunfa. El Imbécil no entiende nada, hecho que le convierte, automáticamente, en un adelantado a su tiempo.
7. El Imbécil está física y mentalmente incapacitado para escuchar. Mediante experimentos in vitro con distintos Imbéciles (costó que no quisieran ellos mismos dirigirlos y evaluarlos) se observaron, en condiciones de presión auditiva, dos tipos de reacciones:
7.a. Repliegue de los huesos del oído interno (en el caso de algunos individuos el repliegue fue tan intenso que se extendió hasta los pabellones auditivos, dejando al sujeto con unas interesantísimas y muy loables orejas de hipopótamo)
7.b. Cuadros de ansiedad con toda la sintomatología recurrente: palpitaciones, sudores, temblores, pánico, confusión. En este punto el Imbécil desarrolla una pauta bien tipificada de somatizaciones:
- Escuchar a otro 1 minuto: enrojecimiento de mejillas, sudor ligero.
- Escuchar a otro 2 minutos: alteración del pulso, actividad incrementada de las glándulas suprarrenales. El Imbécil pide agua (con gas)
- Escuchar a otro 4 minutos: principios de infarto, pérdida de visión, colapso alveolar, asfixia inminente. El Imbécil transpira como un animal de granja.
- Escuchar a otro más de 5 minutos: delirios, visiones, colapso generalizado y, finalmente, la muerte. El Imbécil solicita la extrema unción.
8. Existe una patología traumatológica diferenciada, conocida como “Codo de Imbécil”.
Esta afección se caracteriza por una profunda disfunción muscular por la cual el Imbécil pliega su codo, apoya la barbilla en la mano correspondiente y ladea sutilmente el cráneo mientras se sume en una honda reflexión, emitiendo “ajams” y “uhums” seguidos.
Esta dolencia se desarrolla profusamente en exposiciones, conferencias, jornadas, conciertos de música clásica, cóctails y lecturas de grandes obras literarias.
9. El Imbécil colecciona frases hechas y tiene a buen uso emplearlas cada dos por tres. Es un devoto, rayando lo onanista, del refranero popular.
Hay una linea investigatoria de la que sugerimos la lectura del ensayo: “Poluciones refranísticas o la excitación sexual del Imbécil”
10. Advertencia: jamás discutas con un Imbécil. Sólo existe un modo de hacerlo y es viajando hasta los confines de sus amébicos dominios. Allí, en el níveo espacio de la más absoluta de las estupideces... te ganará por goleada.
3 comentarios:
que bueno...
Gracias Victoria y Teresa :))
Poste très instructif. # Merci d'hôte de prendre le temps de partager votre point de vue avec nous.
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